miércoles, 30 de abril de 2014

Networking efectivo

Por Maite Lamiel

El término "Networking" se ha puesto de moda, aún más a causa de la crisis. Si tenemos en cuenta que necesitamos de los demás para cualquier objetivo que nos propongamos, o más concretamente, que cerca del 80% de las ofertas laborales no se llegan a publicar porque se cubren por contactos, además de estar de moda, el Networking es imprescindible.


Pero, ¿qué es exactamente? Cuando hablamos de Networking nos referimos a establecer redes de contactos eficaces, a construir relaciones con los demás. Pero para ello no sirve todo. Es necesario seguir unas mínimas "normas" para que el Networking sea eficaz:


  • El Networking se basa en la reciprocidad. No sirve de nada tener una abultada agenda si no mantenemos contacto regular con esas personas, si no hacemos nada por ellas. La cosa no consiste en pedir, sino en ofrecer, en hacer cosas por los demás, con la finalidad de construir una relación con esas personas.

  • El secreto no es tanto quién está entre nuestros contactos, sino en cómo nos relacionamos con ellos. Si dejamos que nuestra red se enfríe, es probable que cuando queramos retomar el contacto no se acuerden de quiénes somos...

  • No es tanto la cantidad, sino la variedad. Si nuestra red está compuesta por personas que son como nosotros, probablemente obtendremos de ellas más de lo mismo que seríamos capaces de generar por nosotros mismos. Las personas que son diferentes a nosotros son las que nos ayudarán a llegar más lejos.
  • Busquemos relaciones allí donde podemos encontrarlas. Personalmente he participado en varios encuentros de Networking para emprendedores... donde sólo había emprendedores que, como yo, buscábamos algún tipo de negocio. Es evidente que en este entorno no se pueden establecer contactos de calidad, porque todos buscábamos lo mismo. Si buscamos negocio, debemos relacionarnos con personas que puedan generar negocio. Si buscamos trabajo, debemos relacionarnos con personas que puedan darnos trabajo.

Por último, quería recordaros la teoría de los 6 grados de separación. Personalmente la he probado, a nivel teórico, y siempre funciona. Esta teoría nos dice que estamos conectados con absolutamente cualquier persona del mundo a través de sólo 6 contactos. Pensemos en cuál es nuestro objetivo, y busquemos qué personas nos pueden poner en contacto con esa meta. Mis alumnos y yo siempre conseguimos llegar hasta Obama!


Espero que estas ideas os resulten útiles. Y ya sabéis... nos encontramos en alguna red :)

miércoles, 23 de abril de 2014

Estupor y temblores: trabajar en Japón

M. Revetllat




"La forma apropiada de presentarse ante el emperador es mostrando estupor y temblores." 




Así empieza Estupor y temblores, una breve frase que introduce al lector a un mundo donde las jerarquías son más que respetadas, donde la mujer ocupa un plano secundario sea cual sea su cargo, donde los extranjeros son mantenidos al margen como una curiosidad social y donde cualquier acto, por pequeño que éste sea, puede desencadenar un sunami de acontecimientos. 

Amelie Nothomb, hija de un diplomático belga, nació en Japón y pasó su infancia y adolescencia por medio mundo, allí donde su padre era enviado. Algunas de sus novelas son, en parte, autobiográficas y otras son completamente inesperadas tanto en argumento como desenlace. 

En Estupor y temblores la protagonista llega a Japón para empezar a trabajar en una gran multinacional, pero pronto sus aspiraciones se verán frustradas, sus tareas serán cada vez más limitadas y su japonés nativo, más que una ayuda, a veces supondrá un problema.

No se puede leer este libro aislado, es conveniente visitar la bibliografía de la autora como por ejemplo Metafísica de los tubos, una peculiar visión de su infancia en Japón, y mis preferidos: Diario de Golondrina, en el que un mensajero con demasiado tiempo libre decide aceptar el trabajo de asesino a sueldo, y Las Catilinarias, título tomado de los célebres discursos de Cicerón, en la que un matrimonio de catedráticos jubilados, se instala en una casa en el campo para disfrutar del retiro con placidez, pero pronto sus extraños vecinos turbarán esta paz.

Feliz Sant Jordi y feliz Día del Libro.



miércoles, 16 de abril de 2014

Feng Shui para oficinas

Por Sílvia Soriano


La mayoría de personas pasamos de 6 a 8 horas en el trabajo, de una a dos horas para comer, otras tantas en el transporte y si contamos las horas que precisamos para dormir, queda claro que la oficina se convierte prácticamente en nuestro segundo hogar y nuestros compañeros de trabajo en casi nuestra propia familia.
Así que parece importante disponer de un espacio donde trabajar que nos resulte cómodo y relajado. Haciendo uso de algunas herramientas que nos propone el Feng Shui (que recordemos es un arte milenario basado en la sabiduría de origen chino, que parte del principio de fomentar el equilibrio natural a nuestro espacio), podemos conseguir que nuestra oficina tenga un ambiente más agradable, disminuyendo el estrés y aumentando nuestra productividad y éxito profesional. 
Lo primero a considerar sería por ejemplo la elección del color de nuestras paredes, ya que estos inciden muchísimo en nuestras emociones y estados de ánimo. En este caso, el Feng Shui propone el Azul, porque representa la espiritualidad y aporta tranquilidad. También sugiere evitar el rojo y el naranja, ya que no favorecen la concentración y pueden incluso resultar demasiado excitantes, especialmente en aquellos sitios dónde el ritmo de trabajo ya sea de por sí vertiginoso. 
Otra sugerencia del Feng Shui es la de rodearnos de elementos positivos, que aumenten nuestra motivación y que nos hagan sentir como en casa. Esto se consigue por ejemplo mediante la colocación de plantas naturales en nuestra oficina. El bambú es una de las plantas más recomendadas, ya que ayuda a limpiar el aire, mejorando nuestra respiración y son plantas resistentes, que no requieren de mucha luz y no precisan de grandes cuidados.
También situar en nuestro escritorio fotos de nuestros seres más queridos (hijos, mascotas, etc), paisajes o momentos que evoquen recuerdos positivos, puede ayudar a aumentar la sensación de bienestar, generando energía positiva y potenciando nuestra productividad.
Asimismo, la aromaterapia puede resultarnos beneficiosa para incrementar el buen humor o energizarnos (por ejemplo, agregando aceite con esencia a menta o lavanda en los conductos de aire acondicionado).
Otra vía para clarificar el ambiente, aumentar la concentración y la motivación es trabajar con música. 
Por lo que respecta al emplazamiento del escritorio, el Feng Shui busca la protección del individuo con respecto al espacio que le rodea. Por eso, como regla básica nunca recomienda que nos situemos dando la espalda a una puerta o espacio vacío, ya que ello implica vulnerabilidad. La sensación de inseguridad puede perjudicarnos en nuestro desempeño laboral.
Para finalizar, os proponemos escribir un mantra o frase de sabiduría para recordar nuestros objetivos y proyectos, que situaríamos en la pantalla de nuestro ordenador, en el atril porta-documentos o bien incluso en nuestra agenda personal, que visualizaríamos cada día en el inicio de nuestra jornada laboral.

¿Qué os parece? ¿Pensáis que puede ser interesante y beneficioso aplicar el Feng Shui en vuestro puesto de trabajo? 

miércoles, 9 de abril de 2014

Lo que encontré bajo el sofá. El que vaig trobar sota el sofà.




Por Marisa Rey



Hay una frase de Lorca que dice: “Al teatro no se ha de ir a ver qué pasa sino qué nos pasa”. Lo mismo ocurre con los 2 libros publicados por Eloy Moreno, más que lo que cuenta en su libro es lo que desencadena dentro de uno mismo. El autor vuelve a invitarnos a que dejemos sus comentarios en su página web: www.eloymoreno.com, en donde da acceso a su red social y de esta forma consigue conectar de nuevo con el lector, haciéndonos ver la importancia de la comunicación hoy en día a través del mundo 2.0



Esta nueva novela, Lo que encontré bajo el sofá, está ambientada en Toledo, que ya es cautivador por su historia. Los personajes nos descubren muchos detalles de la ciudad: el porqué del nombre de una calle, la forma de algunas casas, el reloj de una sola aguja... 



Alicia, la protagonista nos abre la puerta a las confesiones más íntimas. Sintiéndose culpable necesita sincerarse y confesar empezando por pronunciar la frase que lo cambiaría todo: “Tenemos que hablar”. Sin embargo no es capaz de pronunciarla, porque no es capaz de entender lo que le está pasando en su interior. Confía sus secretos en ciertas personas y descubre que no es la única, que éstas también tienen secretos ocultos bajo el sofá, porque no siempre es fácil enfrentarse a los sentimientos. 

Marcos nos recuerda las revueltas sociales a lo largo de la historia y muestra la corrupción de la sociedad actual, la desigualdad en la que vivimos donde demasiadas personas no tienen lo que se merecen y otras tienen lo que no se merecen. También nos hace reflexionar en que criticamos lo ajeno, aunque hay ciertas conductas nuestras que también son reprochables y en cambio por su “normalidad” las aceptamos y ni tan sólo somos conscientes de ellas. 

Marta toma un último impulso inesperado cuando miraba la muerte desde arriba del puente y decide plantarle cara a la vida. No obstante no ha sido su valentía, ni el diálogo, ni la mano izquierda, ni los puntos de encuentro lo que la ha librado de su acosadora en el instituto. Pasado un tiempo su acosadora encuentra una nueva víctima, por tanto, tampoco ha servido de mucho el método que libró a Marta, a ella sí, quizás a la siguiente no.

El libro transmite que no hay una manera de ver las cosas en nuestra vida personal y profesional, que no hay una realidad, cada uno individualmente elegimos una pero todos al final compartimos otra, la que vivimos juntos

Y a ti, ¿Qué te parece que hay que cambiar?, ¿Quizás a nosotros mismos?, ¿Nuestra manera de vivir y compartir?



Hi ha una frase de Lorca que diu: “Al teatre no s'ha d'anar a veure què passa sinó què ens passa”. El mateix passa amb els 2 llibres publicats per Eloy Moreno, més que el que explica en el seu llibre és el que desencadena a l’interior d'un mateix. L'autor torna a convidar-nos a què deixem els seus comentaris a la seva pàgina web: www.eloymoreno.com, on dóna accés a la seva xarxa social i d'aquesta forma aconsegueix connectar de nou amb el lector, fent-nos veure la importància de la comunicació avui dia a través del món 2.0

Aquesta nova novel·la, El que vaig trobar sota el sofà, està ambientada a Toledo, que ja és captivador per la seva història. Els personatges ens descobreixen molts detalls de la ciutat: el perquè del nom d'un carrer, la forma d'algunes cases, el rellotge d'una sola agulla... 



Alícia, la protagonista ens obre la porta a les confessions més íntimes. Sentint-se culpable necessita sincerar-se i confessar començant per pronunciar la frase que ho canviaria tot: “Hem de parlar”. No obstant això no és capaç de pronunciar-la, perquè no és capaç d'entendre el que li està passant en el seu interior. Confia els seus secrets en certes persones i descobreix que no és l'única, que aquestes també tenen secrets ocults sota el sofà, perquè no sempre és fàcil enfrontar-se als sentiments. 

Marcos ens recorda les revoltes socials al llarg de la història i mostra la corrupció de la societat actual, la desigualtat en la qual vivim on massa persones no tenen el que es mereixen i unes altres tenen el que no es mereixen. També ens fa reflexionar que critiquem l'aliè, encara que hi ha certes conductes nostres que també són reprotxables i en canvi per la seva “normalitat” les acceptem i ni tan sols som conscients d'elles. 

Marta pren un últim impuls inesperat quan mirava la mort des d'a dalt del pont i decideix plantar-li cara a la vida. No obstant això no ha estat la seva valentia, ni el diàleg, ni la mà esquerra, ni els punts de trobada el que l'ha lliurat de la seva assetjadora a l'institut. Passat un temps la seva assetjadora troba una nova víctima, per tant, tampoc ha servit de molt el mètode que va lliurar a Marta, a ella sí, potser a la següent no. 

El llibre transmet que no hi ha una manera de veure les coses en la nostra vida personal i professional, que no hi ha una realitat, cadascun individualment triem una però tots al final compartim una altra, la que vivim junts

I a tu, Què et sembla que cal canviar?, Potser a nosaltres mateixos?, La nostra manera de viure i compartir?


miércoles, 2 de abril de 2014

Cuestión de actitud

por Maite Lamiel.

Como formadora, he compartido clases con todo tipo de gente. Últimamente, y dada la situación de crisis que estamos viviendo, estoy impartiendo mucha formación para personas en situación de desempleo.

Cuando nos encontramos en una situación como esta, la actitud es la que definitivamente marca la diferencia.Y lo digo por experiencia, después de ver pasar a cientos de alumnos por mis clases. Aquellas personas que mantienen una actitud positiva, que tienen confianza en que, de alguna manera, las cosas acabarán saliendo bien, encuentran posibilidades y las cosas finalmente acaban saliéndoles bien.

No es superstición, ni teorías místicas. Es una cuestión simplemente de actitud, de abrir el enfoque para "ver" más posibilidades. De hecho, en la realidad hay aspectos positivos y negativos. La actitud es la que hace que nos enfoquemos en unos u otros. Un ejemplo que siempre utilizo es el de cuando pensamos en tener hijos. En ese momento empezamos a ver mujeres embarazadas, parejas con cochecitos, y bebés por todas partes. Antes también estaban ahí, pero nuestra atención estaba orientada en otra dirección.

Ahora mismo, en el curso que estoy impartiendo, he conocido a un ejemplo de actitud... negativa. Una de mis alumnas se queja constantemente de la situación, de los sueldos que se pagan, de los horarios. No fuimos capaces, ni mis alumnos ni yo, de hacerle ver que en cualquier situación hay aspectos positivos. Estaba completamente centrada y cerrada a lo malo. Y si nos empeñamos, todo tiene cosas negativas, lo mismo que positivas.

Me gusta recordar el gran ejemplo de Viktor Frankl, autor del libro El hombre en busca de sentido. Frankl lo escribió basándose en su penosa experiencia en dos campos de concentración nazis. Y la frase que lo resume, y que se utiliza siempre para ilustrar este tema, es que "nos lo pueden quitar todo... menos la actitud con la cual vamos a vivir". Y si un prisionero en un campo de concentración pudo sobrevivir gracias a una actitud positiva, ¿no vamos a poder nosotros?

Al fin y al cabo, lo único que puede "pasar" si mantenemos una actitud positiva es que seamos un poco más felices. La situación es la que es, ¿por qué no vivirla bien?